¡Cómo la primera no hay ninguna!
Cinco años, día a día, siempre juntos, nunca me fallaste. En nuestras horas de juego, hicimos muchos amigos. Recuerdo
el año que fuimos a Madrid, te llevé, pero cuando en el hotel me dijeron que no
podía jugar, me impactó como si una pared se derrumbase encima de mí.
Aunque todos
dijeran que eres vieja, yo siempre pensé que eras la mejor. Tu disco duro me
enloquecía, el tacto de tu mando me ponía cachondo, lo cogía con ese gusto que
ni mirando a la mejor cosa lo podía igualar.
Y hasta hoy, todas
las noches pienso en ti al mirar la play de ahora.
Jairo Expósito Molleda 2ºB
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